Algunos Testimonios de participantes a los Encuentros y Talleres de Movimiento Espontáneo
"Me siento alegre, en paz y equilibrado. Puedo sentir esto en mi pecho y en mi columna. Me dí cuenta de como puedo tomar contacto con mi columna y qué profundo puedo llegar. Me dí cuenta de lo que me cuesta relajar la cara, sobre todo mi boca y mejillas, y cómo busco agradar al otro a través de la sonrisa... Cuando nos movimos en grupo sentí mucha energía y alegría. Como si mi cuerpo tomara energía del ambiente y la conservara por largo tiempo..."
"Me siento relajada con pocos pensamientos. Cuando bailaba, al principio sentí que realmente me divertía, que quería moverme, que sentía el ritmo interno, me gustó mucho ya que es la primera vez que siento entregarme a la música y al movimiento sin pensar en quién me miraba... puedo percibir que me sentía cómoda y a gusto con lo que hacía, suelta y sin exigencias.
Me siento tranquila, menos insegura de lo que hago. Sin expectativas solo observándome."
"La experiencia fue intensa, de repente la música (del mismilag) me tocó el corazón... lo más interesante para mí es sentir entrega y comunión con el grupo, con la vida misma. Me siento emocionada, conmovida, alegre, plena. Me siento conectada conmigo y con los demás. Gracias."
"Me sentí muy vivo, y real durante gran parte de la experiencia. Al terminar me quedé con una sensación de paz"
"Sentí alegría en el medio del pecho. Sentí bienestar con la música y el movimiento. En un momento levanté los brazos y sentí una presencia divina frente a mí. Maravilloso! Con una persona sentí una ráfaga de amor, como de madre a hija. Sentí una corriente muy antigua que me hacía moverme con la música árabe..."
"La sensación que tengo es de una gran paz y agradecimiento... la frase que se me viene a la cabeza es: GRACIAS POR EL FUEGO, va dirigida a todos aquellos antepasados que aparecieron ante mí y pude comprender el fuego divino que me ha sido otorgado. Gracias le puedo decir a todo lo que siento bueno, y todo lo que siento malo. Porque todo vive en mí..."
"Sentí tranquilidad, comodidad, aceptación. Me queda sabor a vainilla, colores verdes, ansiedad ante las miradas nuevas y después sentí placer... sentí vibraciones con la música y libertad de movimiento, por momentos pensaba que con los ojos cerrados podía pegarle a alguien o me podía hacer daño, pero después seguí sintiendo vibraciones y la sensación de que nada me podía pasar porque estaba siendo cuidada. Tuve la clara sensación de que podía hacer lo que tenía ganas encontrándome tranquila, cómoda y aceptada.
Gracias!"